Esta mañana al salir de clase he estado de compras, me he recorrido como 5 o 6 tiendas y lo único que he conseguido es gastar el dinero en cosas que no necesito y deprimirme por las tallas diminutas que ofrecen las tiendas. Vamos, que no me ha cundido la mañana.
El afán por consumir, el pensar que cuanto más tengamos más felices seremos, el querer conseguir los cuerpos "perfectos" a base de machacar nuestra salud, todo esto son algunas de las consecuencias del consumismo que hoy reina en nuestra sociedad.
La publicidad que nos acosa día a día es, en gran parte, responsable de los problemas anteriores. Se nos da una idea totalmente equivocada de lo que realmente importa en la vida, y por eso a veces, no valoramos lo realmente valioso.
A menudo cometemos el error de darle demasiada importancia a nuestro aspecto físico, obsesionandonos con nuestra alimentación o con nuestra forma de vestir. Todas esas firmas de moda en las que trabajan esas escúalidas modelos, realmente creo que no saben el daño que hacen.
Sentirse agusto con uno mismo, eso sí que es valioso, para poder conseguirlo tenemos que pasar todos un poco de los cánones que nos impone esta sociedad de consumo. En la variedad esta el gusto, y cada uno de nosotros tiene algo que nos hace especiales.
¡AGUSTO CON UNO MISMO, POCAS COSAS HACEN FALTA!
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