martes, 5 de abril de 2011

Mensaje en una botella.

El viernes pasado vi una noticia que consiguió sacarme una sonrisa. Hace casi un cuarto de siglo un niño alemán llamado Frank Uesbeck lanzó al mar Báltico un mensaje en una botella, el mensaje decía lo siguiente:
"Mi nombre es Frank y tengo cinco años. Mi papá y yo estamos viajando en un barco a Dinamarca. Si encuentras esta carta, por favor escríbeme de vuelta, y yo te contestaré"

El mensaje también incluía una dirección de un pueblo de Coesfeld.
Pasados nada más y nada menos que 24 años, un niño ruso llamado Daniil Korotkikh, caminaba con sus padres en una playa cuando vio algo que brillaba en la arena.
Cuando el niño vio que llevaba un mensaje, su padre, que sabía algo de alemán tradujo el mensaje.

Gracias a eso los deseos de Frank se han cumplido, y la carta ha sido contestada, aún siendo 24 años más tarde. Frank tiene ahora 29 años y ya no vive en la misma dirección en Coesfeld, pero sus padre continúan viviendo allí, cuando este vio la respuesta a su carta no podía creerlo.

 


Esta noticia hizo que me mejorará el humor en un viernes en el que estaba agotadísima (ya se sabe, fiesta de la primavera).

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